Eran tiempos complicados, de esos que te quedan pegados en la memoria y que es muy difícil de borrarlo, la tranquilidad era ficticia, la forma de gobierno, irreal, todos callaban… como no hacerlo si cualquier cosa era mejor que lo antes vivido, eso si era una presadilla a la que nadie quiere volver, de esas que hacen que se creen eslóganes como “Nunca mas”, lo que se vivía ahora quedaba mínimo a comparación de aquello.
La familia estaba alrededor de un fogón, los chicos jugando, los padres tomando mates. Maria, así se llamaba la madre, sostenía sobre sus brazos al mas pequeño que se colgaba de uno de sus pezones para obtener su alimento otorgado por la naturaleza, la indumentaria de Luis dejaba ver rastros de su profesión, era mecánico, y tenia la obligación que todo jefe de familia tiene, el de llevar el sustento a su hogar. En la mesa descansaba la masa que mas tarde se convertiría en el único alimento sólido que ellos consumirían ese día… y… eran tiempos difíciles.
En la radio sonaba un tema de Piero que recitaba la protesta ante tanta injusticia. ¿Libertad? ¿Cual?... ¿Democracia? a eso sí, por que era común oír al Presidente en turno decir en sus discursos “Con la democracia se come, con la democracia se educa…” pero…esta democracia tenia mal gusto, o no se la comía en ensalada, por que muy pocos podían digerirla, solo un grupo privilegiado que jugaban a especular en el mercado del dinero.
Maria salio de la casa apresurada tenia que llegar
temprano. Todos los meses los vecinos se encontraban en las Iglesias ¿Para dar gracias? ¡No!!! Se encontraban para recibir la generosa cuota alimentaría, muy bien publicitada por cierto, que los que administraban el estado, entregaban con orgullo. La caja PAN (Programa Alimentario Nacional) así se denominaba aquella asistencia. Una caja que contenía unos pocos productos comestibles, los cuales seguramente por su calidad, jamás formarían parte de la mesa de los mandatarios que los entregaban.
Pero no todo era malo, este punto de encuentro servia para que la comunidad se conozca (y desconozca) los que antes parecían no tener necesidad, ahora estaban allá, Doña Carmen, la señora de un comisario retirado, Doña Adela, que siempre miraba a todos con cara de haberse chupado un limón, hasta La Alejandra estaba, eso que ella tenia un negocio y así muchos que antes ni se saludaban, esperaban cabizbajos con un poco de vergüenza que sea dicho su nombre para retirar su cajita.
Por fin llego el turno de Maria, que después de haber completado todos sus datos y de haber rubricado, como si se tratase de una importante suma de dinero o un bien costoso, regreso a su casa, ansiosa por ver el contenido de aquella mercancía y también dispuesta a separar por orden y detallando en pequeñas bolsitas, en las cuales fraccionaba el alimento, que utilizaría cada día por lo menos para llegar a medio mes.
-¡Ufa!! ¡Otra vez los fideos vinieron con borbojos!!
-No te quejés Maria!!- decía Luís.-Hay que agradecer que por lo menos Dios nos da algo para comer, vos sabes que con lo que yo gano no alcanza.
- ¡Ja, ja, ja!! ¿Con lo que vos ganas?... ni con lo que gana nadie alcanza… este país se burla de nosotros, el gobierno nos tira sus sobras, ni los chanchos comen tan mal.
- Bueno Maria no es para tanto. Escuche en la radio que en poco tiempo las cosas van a mejorar.- trataba de calmarla.
- No te das cuenta que nos tratan de ignorantes, y en la radio dicen lo que el Presidente Alfonsin quiere que digan. Los tiene a todos comprado a los medios.¡No te das cuenta!- Decía Maria, mientras intentaba sacar por lo menos parte de los bichitos de los fideos en mal estado, que indiscutiblemente y a la fuerza debían ser utilizados.
-Cálmate amor, ya vuelvo, hoy lo encontré a patricio el empleado de la carnicería, dijo que me va a apartar unos garrones a buen precio, mañana vamos a tomar una rica sopa.
- Que conformista saliste, por eso esta así el país.
-Bueno me voy, no quiero seguir escuchando tus reclamos, me haces sentir culpable…- Dijo cerrando la puerta a sus espaldas.
Los meses trascurrieron así, sin cambios, la caja PAN, la pelea ente vecinos, las mercaderías en mal estado. La situación era incontenible, triste, en algunos momentos la familia debía tomar el mate cosido sin azúcar, y las tortas ya no eran fritas, más bien azadas, ya que ni aceite había. La sopa de maíz pisado improvisando un locro era lo más frecuente en la mESA
Yanina, la nena más grande, tubo que dejar sus estudios secundarios, hecho que deprimió un poco a Luís, ya que se sentía orgulloso de las notas altas obtenidas por su niña, pero el sabia, que era imposible afrontar los gastos de transporte y de materiales necesarios para continuar sus estudios. Cada día las cosas subían la “hiperinflación” era una palabra desconocida para todos y poco entendida, que estaba aniquilando muy lentamente al pueblo Argentino.
Luis tenía un perfil muy bajo; era callado, solo callaba y sufría. Sabia que algún día las cosas iban a cambiar, pero… ¿Cuándo? Le había vendido un país distinto, lleno de progreso con futuro para los jóvenes, y su nena… su adorada nena tubo que dejar el colegio, ¿De que futuro hablaban en aquellas publicidades? Se sentía culpable por haber creído, engañado, traicionado. Muchas veces se sentía mal por pensar que “Con los milicos estábamos mejor” eso que perdió varios amigos en aquella época imborrable.
-Luis, veni a leer esto ¡Es el colmo! –Lo llamaba Maria, mientras ojeaba un diario.
- ¡He! ¡Mujer¡ ¿Por que tanto escándalo? –indagaba preocupado.
-Lee lo que dice acá. -Decía señalando una de as noticias del diario.
Luís, previo sentarse en una silla, y colocarse sus lentes prosiguió a leer “Fueron juzgados miembros de las Fuerzas Armadas vinculados a la violación de los Derechos Humanos durante la dictadura militar, resultando condenados a cadena perpetua varios oficiales de alto rango, incluidos los ex presidentes Videla, Viola y Galtieri. No obstante ante las fuertes presiones, el gobierno reacciono promoviendo las llamadas leyes de Obediencia Debida y Punto Final”
-¡Que hijos de p…Maldito gobierno hasta cuando nos van a seguir cagando!- dijo Luís muy alterado ya que en los discursos del presidente siempre decía que “los culpables iban a pagar”, quizás se refería a nosotros por haber estado tan ciegos, pensabA.
Una vez también se escucho en uno de sus discursos, la frase “La casa esta en orden”. Pero, a principio del año 1989, Argentina estallo en una crisis social, donde supermercados eran saqueados, ya el hambre había superado a la razón, hecho que hizo, que el presidente Alfonsin abandone antes de haber cumplido su mandato, asumiendo el ya electo Presidente Carlos Menem.
- Viste que te dije Maria, todo pasa, solo hay que saber esperar.- Le comento Luis mientras veía por tele como otra parte de la historia de su vida terminaba e igual que al principio pensó “Nada puede ser peor”.
ALMEIDA CAROLINA
La familia estaba alrededor de un fogón, los chicos jugando, los padres tomando mates. Maria, así se llamaba la madre, sostenía sobre sus brazos al mas pequeño que se colgaba de uno de sus pezones para obtener su alimento otorgado por la naturaleza, la indumentaria de Luis dejaba ver rastros de su profesión, era mecánico, y tenia la obligación que todo jefe de familia tiene, el de llevar el sustento a su hogar. En la mesa descansaba la masa que mas tarde se convertiría en el único alimento sólido que ellos consumirían ese día… y… eran tiempos difíciles.
En la radio sonaba un tema de Piero que recitaba la protesta ante tanta injusticia. ¿Libertad? ¿Cual?... ¿Democracia? a eso sí, por que era común oír al Presidente en turno decir en sus discursos “Con la democracia se come, con la democracia se educa…” pero…esta democracia tenia mal gusto, o no se la comía en ensalada, por que muy pocos podían digerirla, solo un grupo privilegiado que jugaban a especular en el mercado del dinero.
Maria salio de la casa apresurada tenia que llegar
temprano. Todos los meses los vecinos se encontraban en las Iglesias ¿Para dar gracias? ¡No!!! Se encontraban para recibir la generosa cuota alimentaría, muy bien publicitada por cierto, que los que administraban el estado, entregaban con orgullo. La caja PAN (Programa Alimentario Nacional) así se denominaba aquella asistencia. Una caja que contenía unos pocos productos comestibles, los cuales seguramente por su calidad, jamás formarían parte de la mesa de los mandatarios que los entregaban.
Pero no todo era malo, este punto de encuentro servia para que la comunidad se conozca (y desconozca) los que antes parecían no tener necesidad, ahora estaban allá, Doña Carmen, la señora de un comisario retirado, Doña Adela, que siempre miraba a todos con cara de haberse chupado un limón, hasta La Alejandra estaba, eso que ella tenia un negocio y así muchos que antes ni se saludaban, esperaban cabizbajos con un poco de vergüenza que sea dicho su nombre para retirar su cajita.
Por fin llego el turno de Maria, que después de haber completado todos sus datos y de haber rubricado, como si se tratase de una importante suma de dinero o un bien costoso, regreso a su casa, ansiosa por ver el contenido de aquella mercancía y también dispuesta a separar por orden y detallando en pequeñas bolsitas, en las cuales fraccionaba el alimento, que utilizaría cada día por lo menos para llegar a medio mes.
-¡Ufa!! ¡Otra vez los fideos vinieron con borbojos!!
-No te quejés Maria!!- decía Luís.-Hay que agradecer que por lo menos Dios nos da algo para comer, vos sabes que con lo que yo gano no alcanza.
- ¡Ja, ja, ja!! ¿Con lo que vos ganas?... ni con lo que gana nadie alcanza… este país se burla de nosotros, el gobierno nos tira sus sobras, ni los chanchos comen tan mal.
- Bueno Maria no es para tanto. Escuche en la radio que en poco tiempo las cosas van a mejorar.- trataba de calmarla.
- No te das cuenta que nos tratan de ignorantes, y en la radio dicen lo que el Presidente Alfonsin quiere que digan. Los tiene a todos comprado a los medios.¡No te das cuenta!- Decía Maria, mientras intentaba sacar por lo menos parte de los bichitos de los fideos en mal estado, que indiscutiblemente y a la fuerza debían ser utilizados.
-Cálmate amor, ya vuelvo, hoy lo encontré a patricio el empleado de la carnicería, dijo que me va a apartar unos garrones a buen precio, mañana vamos a tomar una rica sopa.
- Que conformista saliste, por eso esta así el país.
-Bueno me voy, no quiero seguir escuchando tus reclamos, me haces sentir culpable…- Dijo cerrando la puerta a sus espaldas.
Los meses trascurrieron así, sin cambios, la caja PAN, la pelea ente vecinos, las mercaderías en mal estado. La situación era incontenible, triste, en algunos momentos la familia debía tomar el mate cosido sin azúcar, y las tortas ya no eran fritas, más bien azadas, ya que ni aceite había. La sopa de maíz pisado improvisando un locro era lo más frecuente en la mESA
Yanina, la nena más grande, tubo que dejar sus estudios secundarios, hecho que deprimió un poco a Luís, ya que se sentía orgulloso de las notas altas obtenidas por su niña, pero el sabia, que era imposible afrontar los gastos de transporte y de materiales necesarios para continuar sus estudios. Cada día las cosas subían la “hiperinflación” era una palabra desconocida para todos y poco entendida, que estaba aniquilando muy lentamente al pueblo Argentino.
Luis tenía un perfil muy bajo; era callado, solo callaba y sufría. Sabia que algún día las cosas iban a cambiar, pero… ¿Cuándo? Le había vendido un país distinto, lleno de progreso con futuro para los jóvenes, y su nena… su adorada nena tubo que dejar el colegio, ¿De que futuro hablaban en aquellas publicidades? Se sentía culpable por haber creído, engañado, traicionado. Muchas veces se sentía mal por pensar que “Con los milicos estábamos mejor” eso que perdió varios amigos en aquella época imborrable.
-Luis, veni a leer esto ¡Es el colmo! –Lo llamaba Maria, mientras ojeaba un diario.
- ¡He! ¡Mujer¡ ¿Por que tanto escándalo? –indagaba preocupado.
-Lee lo que dice acá. -Decía señalando una de as noticias del diario.
Luís, previo sentarse en una silla, y colocarse sus lentes prosiguió a leer “Fueron juzgados miembros de las Fuerzas Armadas vinculados a la violación de los Derechos Humanos durante la dictadura militar, resultando condenados a cadena perpetua varios oficiales de alto rango, incluidos los ex presidentes Videla, Viola y Galtieri. No obstante ante las fuertes presiones, el gobierno reacciono promoviendo las llamadas leyes de Obediencia Debida y Punto Final”
-¡Que hijos de p…Maldito gobierno hasta cuando nos van a seguir cagando!- dijo Luís muy alterado ya que en los discursos del presidente siempre decía que “los culpables iban a pagar”, quizás se refería a nosotros por haber estado tan ciegos, pensabA.
Una vez también se escucho en uno de sus discursos, la frase “La casa esta en orden”. Pero, a principio del año 1989, Argentina estallo en una crisis social, donde supermercados eran saqueados, ya el hambre había superado a la razón, hecho que hizo, que el presidente Alfonsin abandone antes de haber cumplido su mandato, asumiendo el ya electo Presidente Carlos Menem.
- Viste que te dije Maria, todo pasa, solo hay que saber esperar.- Le comento Luis mientras veía por tele como otra parte de la historia de su vida terminaba e igual que al principio pensó “Nada puede ser peor”.
ALMEIDA CAROLINA
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