Muchas
veces la realidad duele, pero con que evitemos verla no cambia ni
desaparece. Es así que creamos un mundo de fantasías y vivimos
plenamente en él, como si ese mundo fuera una coraza que nos ayuda a
escapar de lo real. El problema es que en ese mundo involucramos
personas reales, que sin planearlo, en algun momento, nos dan una
bofetada y nos despiertan, ahí es cuando reaccionamos y caemos en cuenta
de que ese mundo no era tan fantástico como creíamos, y que los que en
él habitaban solo mostraban la parte de si que les convenía... pero...
acaso, no estabamos actuando tambien nosotros de la misma manera...
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