Noches de insomnio.
Busco desesperadamente la causa de mis noches en vela, solo la compañía de los grillos que entonan en la noche su melodía, por lejos se oye un ruido desconocido, trato de agudizar mí oído, y puedo distinguir que se trata de golpes, de algún elemento suelto con el que el viento decidió jugar. Me levanto, lentamente para no despertar a mí compañero. He decidido regalarme un relajante té de hierbas, enciendo el velador de la sala y me dispongo a leer ese libro que hace rato deje en el tercer capítulo. Me distrae la figura que se dibuja con el humo de la tisana caliente. Vuelvo a mí libro,mientras veo por la ventana un destello claro del amanecer, sin darme cuenta de la hora, me alcanzó la mañana…y yo sin dormir. Mí esposo entrando, me sonríe y me dice -Madrugaste hoy- . Se acerca y me da un beso de buenos días…yo solo lo miro y sonrío algo nerviosa. ¿Qué estará pensando? Seguro sabe que no he dormido. ¿Sabrá él quizás descifrar mí infortunada noche? Yo en realidad no sé aún el motivo de mí insomnio, solo se que ya debo comenzar otro día y se hará interminable. (Continuará…)
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